sábado, 28 de septiembre de 2013

Fe y matemáticas. Carta de Ratzinger a Odifreddi.

El pasado 24 de septiembre el diario italiano Repubblica publicaba una larga carta de 11 páginas que el Papa emérito Benedicto XVI envió al matemático y ensayista Piergiorgio Odifreddi, en respuesta a su libro “Caro Papa ti scrivo” (Mondadori 2011), en diversas partes del cual se hace referencia al celebre ensayo del teólogo Joseph Ratzinger “Introducción al Cristianismo”.

1. La carta, que llegó a su destino el 3 de septiembre, se publicó en el periódico romano junto a un artículo en el que el mismo Odifreddi explicaba los hechos que la precedieron y en el que se anuncia también su publicación integral en una nueva edición de su libro. La carta se abre con las excusas del Papa por el retraso de dos años en la contestación de la misiva.
Sobre el contenido del volumen del matemático ateo, el Papa emérito anticipa rápido y claramente su juicio, afirmando que "algunas partes las había leído con placer y beneficio", mientras que en otras le "sorprendieron cierta agresividad y ligereza del argumento". El Papa Ratzinger refuta principalmente la descripción provocadora que Odifreddi hace de la teología como "ciencia ficción", impartiendo una sutil lección de epistemología, donde explica que "en todas las materias específicas la ciencia tiene su propia forma, de acuerdo con la particularidad de su objeto " y "lo que es esencial es la aplicación de un método que garantice la racionalidad".


Y la función importante de la teología es la de "mantener la religión ligada a la razón y la razón a la religión", es decir, a aquella racionalidad del pensamiento a la que constantemente se refieren los científicos ateos. Y respecto a la ciencia ficción el Papa emérito recuerda al matemático que ésta también "existe dentro de muchas ciencias", por ejemplo en el caso de ciertas "visiones" de los físicos cuánticos como Heisenberg y Schrödinger, o ciertas tesis indemostrables como el "gen egoísta" del científico evolucionista Richard Dawkins; sin embargo, se trata solo -afirma Benedicto XVI- "de imaginaciones con la que tratamos de acercarnos a la realidad."

2. Según Benedicto XVI, las acusaciones y contestaciones de Odifreddi se pueden aceptar en un diálogo entre creyentes y no creyentes, mientras éstas se mantengan a un nivel aceptable de seriedad, pero este límite rebosa y el nivel se degrada considerablemente cuando el matemático ateo aborda temas como el comportamiento de la escandalosa conducta de algunos sacerdotes, la moral Católica y especialmente cuando habla sobre Jesús.
Joseph Ratzinger liquida las provocaciones evidentes sobre sacerdotes pedófilos recordando haber tomado nota de ello con mucho pesar y de haberlos condenado personalmente, pero también observa que es siempre errado generalizar y que por otro lado no hay que olvidar tampoco las muchas figuras de santos y personas dedicadas desinteresadamente al prójimo que ha producido "el gran sendero luminoso de bondad y de pureza que la fe cristiana ha trazado a través de los siglos”.
"Benedicto XVI pone mucho más énfasis en lo que se afirma de la figura de Jesús, y no se anda con rodeos ante su interlocutor cuando le señala: "Lo que usted dice acerca de Jesús, no es digno de su rango científico."Es un hecho increíble que un hombre de cultura y de ciencia como pretende ser Odifreddi escriba "como si de Jesús no se supiera nada y como si de su figura histórica tampoco fuera comprobable nada".
El Papa emérito no pierde tiempo en argumentar lo que todos los historiadores e intelectuales ateos serios reconocen: que Jesús realmente existió y que su acción y su mensaje se corresponden en gran medida a lo que dicen las fuentes del Nuevo Testamento y extra-bíblicas. Es más, el Papa Ratzinger recomienda a Odifreddi, como si de un colegial se tratara, cuatro volúmenes del alemán Martin Hengel y María Schwemer sobre los orígenes del cristianismo, con una serie de detalles, incluso de las páginas, con una clara señal de que la carta del Papa Benedicto XVI a nuestro "incrédulo" (como se hace llamar él mismo Oddifreddi) ha sido concebida con el serio deseo de establecer la verdad.
La carta concluye destacando la necesidad de que el diálogo entre ateos y cristianos, se base en la honestidad recíproca y apreciando algunas convergencias que se encuentran en el libro de Odifreddi. Este es un resumen del informe de esta nueva etapa de diálogo entre creyentes y no creyentes que comenzó con el famoso Atrio o Patio de los Gentiles.

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