viernes, 24 de abril de 2020

Carta del párroco a la feligresía


D. Juan Luis García. Párroco de San Joaquín

Buenas tardes a mis feligreses y a todos los que entráis en la página de la Parroquia.

Estas líneas que os escribo, es para comunicaros que gracias a Dios estoy bien, dentro de las limitaciones que sabéis que tengo cuando la rodilla, te dice que hasta ahí ha llegado. Pues ese momento por desgracia se ha hecho presente. Esta mañana he estado en el traumatólogo, para que me viera el problema que tenía del bloqueo de la rodilla y el diagnostico ha sido, que tengo los meniscos necrosados y un derrame del líquido sinovial, por lo que me ha indicado el médico, que lo primero era bajar la inflamación y a continuación pasar por la cirugía. Pero bueno desde la humildad y de la paciencia, de la que muchas veces no hago gala, las palabras del Papa Benedicto XVI, me vienen hoy como anillo al dedo “cada uno encuentra su propio bien asumiendo el proyecto que Dios tiene sobre él, para realizarlo plenamente” Pues bien, aunque cuesta a una persona activa como soy yo, pasar por este tiempo de “reposo” tengo que aprender, que es este, es el proyecto que Él tiene para mí, que debo asumir, pues es para mi propio bien personal y comunitario, debido a que poco puedo dar en estas circunstancias a la Comunidad Parroquial. 

Pasando a otro asunto, quiero expresaros que esta pandemia que estamos atravesando, la cual está acarreando la perdida de muchas vidas humanas, que no se pueden reponer con todo el oro que haya en el mundo. 

Al mismo tiempo está surgiendo otra pandemia que es de carácter económico, por la falta de ingreso en las familias, a causa de que los trabajadores inmersos en los ERTES, aún no han cobrado, la de los autónomos que han tenido que cerrar y que no tienen ningún ingreso, o los que se han ido directamente al paro. 

La consecuencia de todo esto es que, las demandas de ayuda a las Cáritas parroquiales de San Joaquín, ha sido muy superior a lo que es normal en este tiempo. Esto además agravado por el cierre del templo hace treinta y seis días, me lleva a llamar a la conciencia de todos los feligreses, para que en la medida que se pueda, colaboréis en el sostenimiento de las Cáritas de vuestra Parroquia. 

Sé que muchos de vosotros no podéis aportar nada, debido a que en vuestra propia familia hay hijos, hermanos, nietos que están en las mismas circunstancias y por supuesto que la caridad empieza justamente por los más cercanos como nos dice Charles Dickens “La caridad comienza en mi casa, y la justicia en la puerta siguiente.” Pero a aquellos que no estáis pasando por esas circunstancias gracias a Dios, os animo a que colaboréis desde vuestra generosidad, a poder solucionar las necesidades apremiantes que están surgiendo en nuestra feligresía. Para ello lo podéis hacer, por medio de transferencia bancaria a la cuenta de la Caixa ES34 2100 7279 8022 0021 6096 perteneciente a Cáritas de San Joaquín. 

Quiero desde estas líneas agradecer a todos vosotros, el interés por informaros por mi salud y sé que me tenéis presente en vuestras oraciones, como yo os tengo a cada uno de vosotros. Pero en estos tres días, echo de menos esos momentos en que mientras volteaban las campanas de nuestra parroquia, recordaba y agradecía a esos miembros de nuestra comunidad parroquial, que están anteponiendo su vocación, su trabajo, su servicio, a su propia familia por el bien de toda una sociedad y le pedía al Señor Resucitado, que os tenga presente a cada uno de mis feligreses. 

Al mismo tiempo que cuando toco a duelo, tengo presente a todas esas personas que han fallecido, pero en especial a esos mayores que después de una vida tan sacrificada por sacar a sus hijos hacia adelante, su salida de este mundo ha sido en la más pura soledad. Aunque para los creyentes esa soledad física ha sido subsanada por aquella que no permitió que su Hijo muriera en Soledad, María para todos ellos ha sido la que los ha tomado, la ha cogido de la mano, y los ha introducidos e la Jerusalén Celeste como nos lo enseña el profeta Isaías. 

“Yo, el Señor, te llamé 

y te tomé por la mano, 

para que seas instrumento de salvación; 

yo te formé, pues quiero que seas 

señal de mi pacto con el pueblo, 

luz de las naciones. 

Quiero que des vista a los ciegos 

y saques a los presos de la cárcel, 

del calabozo donde viven en la oscuridad. 



Bueno ha llegado el momento de despedirme y agradecer a todas esas personas que hacen que, aunque el templo este cerrado físicamente, permanece abierto para todos aquellos que lo necesitan, sin preguntarle sobre su color, su lengua ni su religión, sino que ver en cada uno de ellos el rostro del Hijo de Dios. Solamente me queda deciros a todos vosotros GRACIAS Y QUE DIOS OS BENDIGA. 



P.D. Espero que las campanas suenen pronto a las ocho de la tarde, pues eso significará que ya puedo por lo menos celebrar la Eucaristía. 





CUENTA DE CARITAS ES34 2100 7279 8022 0021 6096

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