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| Natividad de la Virgen Parroquia Santa Ana, Sevilla |
¡Felicidades, Madre!
Felicidades por Ti, por tu nacimiento.
Felicidades, Madre, porque ibas creciendo en el obscuro camino de la fe.
Felicidades, Virgen peregrina, porque nos enseñas la ruta de la santidad.
Felicidades, Madre, porque un día, un mes, en un lugar, de unos padres... naciste como cualquiera de nosotros y sin embargo de Ti nacerá el Salvador del mundo unos años después.
Felicidades, la pobre de Nazareth.
Felicidades, Madre, porque todos felicitarán "a la amada, la paloma única, la perfecta".
Felicidades, Madre, porque eres la cima, la altura donde reside la divinidad.
Felicidades, Madre, porque eres la "Tierra de delicias" corno te llama Malaqufas.
Felicidades, Madre, porque eres la Madre de Dios y... mía también.
El nacimiento de María es una gran alegria en el cielo y en la tierra.
"María es toda hermosura".
Después de tantos siglos de tinieblas, Ella apareció en el mundo, y con Ella su Divino Hijo, su belleza, su bondad, su humildad, su amor, su clemencia, su misericordia, su benevolencia propagaron una claridad tan intensa, que el mundo pareció más bello a los ojos de Dios y de los Ángeles, como no lo estuvo antes de la caída del primer hombre, y la misma tierra se estremeció de júbilo.
"Canten hoy, pues nacéis Vos, los ángeles, gran Señora,
y ensáyense desde ahora, para cuando nazca Dios.
Canten hoy, pues a ver vienen, nacida su Reina bella,
que el fruto que esperan de ella es por quien la gracia tienen.
Digan, Señora, de Vos, que habéis de ser su Señora,
y ensáyense, desde ahora, para cuando nazca Dios"
(Laudes del día)
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