jueves, 4 de julio de 2013

Santa Isabel de Portugal



Nació en Aragón, España en 1271.
Desde muy pequeña tenía una notable piedad.
Le casaron con 12 años con un hombre violento e infiel. Mientras, ella lo trataba con bondad y tuvieron dos hijos. Llevaba una vida cristiana auténtica, se levantaba muy temprano y leía seis salmos, asistía a la Santa Misa y se dedicaba a regir las labores del palacio. Las tardes las dedicaba a visitar ancianos y enfermos.

El rey por su parte la admiraba y le permitía hasta cierto punto su vida de cristiana auténtica.

Santa Isabel frecuentemente distribuía Monedas del Tesoro Real a los pobres para que pudieran comprar el pan de cada día. En una ocasión, el Rey Dionisio, sospechando de sus actos, comenzó a espiarla. Cuando la Reina comenzó a distribuir monedas entre los pobres, el rey lo observó y enfurecido fue a reclamarle. Pero el Señor intervino, de manera que, cuando el rey le ordenó que le enseñara lo que estaba dando a los pobres, las monedas de oro se convirtieron en rosas.

Santa Isabel llegó hasta  a educar los hijos naturales de su esposo con otras mujeres.

El hijo de Isabel, Alfonso, tenía como su padre un carácter violento. Se llenaba de ira por la preferencia que su padre demostraba por sus hijos naturales. En dos ocasiones promovió la guerra civil contra su padre. Isabel hizo todo lo posible por la reconciliación.
Llegó hasta presentarse en el campo de batalla y, cuando los ejércitos de su esposo y su hijo se disponían a la guerra, la reina se arrodillaba entre ellos y de rodillas ante su esposo e hijo, les pedía que se reconciliasen.


Se conservan algunas de sus cartas las cuales reflejan el calibre evangélico y la audacia de nuestra santa.

A su esposo: "Como una loba enfurecida a la cual le van a matar a su hijito, lucharé por no dejar que las armas del rey se lancen contra nuestro propio hijo. Pero al mismo tiempo haré que primero me destrocen a mí las armas de los ejércitos de mi hijo, antes de que ellos disparen contra los seguidores de su padre".
A su hijo: "Por Santa María Virgen, te pido que hagas las paces con tu padre. Mira que los guerreros queman casas, destruyen cultivos y destrozan todo. No con las armas, hijo, no con las armas, arreglaremos los problemas, sino dialogando, consiguiendo arbitrajes para arreglar los conflictos. Yo haré que las tropas del rey se alejen y que los reclamos del hijo sean atendidos, pero por favor recuerda que tienes deberes gravísimos con tu padre como hijo, y como súbdito con el rey".

Consiguió la paz en mas de una ocasión y su esposo murió arrepentido

Cuando murió su esposo, Isabel se despojó de todas sus riquezas y recibió el hábito de las Clarisas como terciaria. Vivió los últimos años en el convento, dedicada a la adoración Eucarística.

Es patrona de los territorios en guerra.

Oración
Señor, que diste a santa Isabel de Portugal un espíritu generoso que la llevó a dejarlo todo por amor a Ti, te pedimos por su intercesión que podamos entregarnos de cuerpo y alma a predicar la Palabra y practicar las obras de misericordia.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

Patrona
De Portugal, de las ciudades de Zaragoza y Coimbra.

Protectora
Es invocada en las enfermedades de la piel, especialmente en la tiña.

Identificativo principal
Viste ropajes reales y corona semejante a la de su tía Santa Isabel de Hungría. Sostiene una canasta con flores en alusión a las obras de misericordia que practicó en su vida.

Identificativo secundario
Al fondo de su imagen se ve el castillo real portugués que abandonó para dedicarse al servicio de Dios.

Fecha litúrgica: 4 de julio


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