Como todos los años, el 26 de julio celebramos la festividad de nuestro santo patrón.
El nuevo párroco D. Juan Luis presidió la celebración a la que asistió un nutrido grupo de feligreses pese a ser época estival.
En su homilía, recordando el caso de S. Joaquín, exhortó a los fieles a tener Fe, porque Dios de la
esterilidad de su esposa Ana, sacó vida pues engendró a María, la mujer que cambió el rumbo de la vida del hombre. Recordó que para que María diera luego su SÍ, tuvo que tener unos padres que de palabra y obra le enseñaran a confiar en Dios, que de lo estéril originó vida y que no los abandonó.
Especialmente para los abuelos comentó que ellos en muchos casos cubren los huecos en la evangelización de sus nietos y son correa de transmisión de los valores del Reino.
Les animó a pedirle a Dios que les ayude a discernir el camino de evangelización que Dios quiere de ellos, que si están en este mundo es porque Él les necesita.
Posteriormente en la acción de gracias, el párroco dió gracias a Dios por esta comunidad al frente de la cual le ha puesto, que aceptó el reto de hacerle al Señor una casa aunque ahora está algo vacía, que espera que acepte el nuevo reto de redescubrir la nueva evangelización, sacar a la gente de su ostracismo y ayudarlas a encontrar la paz interior.
Tras la celebración religiosa, se tuvo un ágape en las instalaciones de la parroquia donde los asistentes pasaron un rato de convivencia y confraternización muy agradable.
He aquí algunas fotos:
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